| 2 mayo, 2021

A propósito de una tarea de revisión y articulación curricular de la licenciatura en Ciencias de la Educación, ha surgido la necesidad de retomar el tema de las competencias: ¿son lo mismo que los desempeños?, ¿a través de qué se reconocen?, ¿qué pautas dan cuenta de las competencias?

Con estas preguntas como guía, comparto este apunte que integra ideas de varios autores.

Las competencias se han definido de múltiples maneras por diversos autores y organizaciones. Tobón (2010) considera que las competencias remiten a actuaciones integrales para resolver problemas. Lo que enfatiza su carácter holístico e integrado (Gonczi y Hager, 2010; Tobon, Prieto y Fraile, 2010). Zabala y Arnau (2008) apuntan que son una respuesta eficiente ante una situación real, concreta y en un lugar y momento determinados (2008). La PUCP, retomando a diversos autores, afirma que la competencia se refiere al “saber actuar que moviliza y combina recursos internos y externos en una determinada situación” (s.f.) Por su parte, Gonczi y Hager (2010) se refieren a la competencia como el conocimiento, las habilidades, las destrezas y actitudes mostradas en el contexto de tareas profesionales reales cuidadosamente elegidas que son de un apropiado nivel de generalidad.

La competencia no se ve de manera directa, sino que se infiere a partir de la actuación o desempeño de la persona (Gonczi y Hager, 2010). “Entonces, el saber actuar es la promesa de un desempeño competente, que se cumple de manera habitual (…)” (Perrenoud, 2012 citado en PUCP, s.f., p.1).

El desempeño remite a la actuación ante problemas. Una actuación competente o desempeño competente se da cuando una persona logra hacer un análisis apropiado de la y hacer una selecció del patrón adecuado de actuación (Zabala & Arnau, 2008).

Así pues, el desempeño competente implica la movilización de conocimientos, habilidades cognitivas y prácticas, así como actitudes, emociones, valores y motivaciones (Gonczi y Hager, 2010). Para Valiente y Galeano (2009) el desempeño es

la expresión concreta de los recursos que pone en juego la persona cuando lleva a cabo una actividad, y que pone énfasis en el uso o manejo que el sujeto hace de lo que sabe, no del conocimiento aislado y en condiciones en las que el desempeño de la persona sea relevante.

Para el diseño desde el enfoque de competencias ayuda preguntarse: ¿Qué problemas son relevantes en este contexto (social, académico, profesional)?, ¿Qué implica saber resolver bien estos problemas?, ¿Qué saberes (conceptuales, procedimentales, actitudinales) están involucrados en la capacidad de resolución adecuada de estos problemas?

Promover el aprendizaje por competencias implica que los aprendices participen y hagan frente a situaciones-problema en contextos reales o simulados. La observación de su avance se centrará en desempeños ante actividades y problemas contextualizados y con un sentido para los estudiantes.

De acuerdo a Tobón et al (2010) se requiere definir criterios de desempeño que son pautas o parámetros que dan cuenta de la competencia y posibilitan valorarla. Los criterios de desempeño permiten determinar cuándo la actuación de la persona es idónea en determinadas áreas. Éstos son nombrados en ocasiones como: resultados de aprendizaje, aprendizajes esperados, indicadores de logro.

El mismo autor, ofrece las siguientes recomendaciones para tomar en cuenta al elaborar los criterios:
– Los criterios deben ser sometidos al análisis público de los estudiantes, otros colegas y profesionales. Esto contribuye a proporcionar la validez de contenido de la evaluación.
– Es importante que los criterios sean concretos.
– Se sugiere que los criterios permitan evaluar los aspectos esenciales del desempeño y no se limiten al abordaje de todos los detalles de la competencia.
– Es importante que los criterios se refieran a las grandes fases de la competencia, en lo que respecta a la planeación, ejecución y evaluación
– Se recomienda también que los criterios aborden los diferentes saberes de la competencia: el saber ser (incluye el saber convivir), el saber conocer y el saber hacer (Tobón, 2010, p. 134)


Referencias
Dirección de Asuntos Académicos (s.f.) Progresión de competencias. Nota técnica No. 1. Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP) https://cdn02.pucp.education/academico/2016/06/03120421/nota_tec1_RA_progresion_competencias030216.pdf

Gonczi, A., & Hager, P. (2010). The Competency Model. International Encyclopedia of Education, 403–410. doi:10.1016/b978-0-08-044894-7.00790-9

Tobón, S., Prieto, J., & Fraile, J. (2010). Secuencias didácticas: aprendizaje y evaluación de competencias (Vol. 1, p. 216). México: Pearson educación.

Valiente, A, & Galdeano, C. (2009). La enseñanza por competencias. Educación química, 20(3), 369-372. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-893X2009000300010&lng=es&tlng=es.

Zabala, A., & Arnau, L. (2008). 11 ideas clave cómo aprender y enseñar competencias. Barcelona: Graó.