| 27 marzo, 2019

Abstract:

Uno de los aspectos más debatidos de la práctica de la psicoterapia es la cuestión del modo de estar presente del psicoterapeuta en las sesiones. ¿Ha de involucrarse personalmente? ¿De qué forma? ¿Ha de mantener una distancia profesional? ¿Cómo ha de poner en juego —o no— su subjetividad? En el terreno de la clínica como en el de la investigación y la teorización, encontramos una diversidad de posicionamientos. Por un lado, hay autores que sostienen que un psicoterapeuta ha de mantener un rol estrictamente profesional, y mostrar en sus intervenciones clínicas lo menos posible de sí mismo. Por otro lado, encontramos autores que sostienen que el terapeuta ha de establecer una relación genuina, en la que se muestre como ser humano, históricamente situado, y se permita estar como la persona que realmente es. Cada una de estas posturas tiene diversidad de matices.

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Casillas, E. y Moreno, S. (2016). La dimensión experiencial del Psicoterapeuta: Implicaciones para la formación y para el ejercicio de la Psicoterapia. En: Zohn Muldoon, Tania; Gómez-Gómez, E.; Enríquez Rosas, R.; Sánchez Antillón, A.; Roque-Tovar, B.; Morfín López, T.; González-García, J.; Villarreal Torre, P.; Sánchez Loyo, L.; Cervantes Rodríguez, S.; Camacho Gutiérrez, E.; Casillas Arista, E.; Pérez-Strauss, I.; Moreno López, S.; Castro Soto, G; Urdapilleta-Carrasco, M.; Torres Armenta, V. (2016). Psicoterapia y problemas actuales. Debates y alternativas. (1st ed., pp. 311 – 330). Guadalajara: ITESO.