DESCRIPCIÓN

La obesidad afecta al 72.5% de la población mexicana (Hernádez-Avila, 2016). En el 2050, la obesidad afectará al 88% de hombres y 91% de mujeres (Rtveladze et al., 2014). La obesidad, se relaciona con el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) (Samblas et al., 2019); en México, contribuye al aumento en mortalidad y al alto gasto del sistema de salud. En 2017 se gastaron 240 mil millones de pesos en atención a la obesidad y en el 2013 aumentó un 13% (El Poder del Consumidor, 2018). Las estrategias de tratamiento incluyen políticas, fármacos, cirugías, dieta y ejercicio (Carrasco N et al., 2009). Sin embargo, no se han considerado factores genéticos asociados a la obesidad como parte importante en el desarrollo de propuestas de intervención. La nutrigenética estudia la respuesta de un individuo a la dieta con base en sus variantes genéticas (Livingstone et al., 2016). Este campo creciente del conocimiento puede orientar a la población sobre su susceptibilidad a desarrollar enfermedades, hacer recomendaciones de alimentación y ejercicio para influir en la disminución del peso (Coletta et al., 2018). En México se conocen algunas prevalencias de variantes genéticas de riesgo (Roman, et al., 2015), aun no se diseña un panel específico de variantes genéticas asociadas a la obesidad, que puedan guiar una intervención nutricional más eficiente. A nivel internacional se ofrece el servicio de recomendaciones personalizadas basándose en pruebas genéticas, es la oportunidad para México de poner a prueba esta estrategia de combate a la obesidad y de trasladarlo del campo de investigación al aplicado.

Objetivo general:

Evaluar el efecto de una intervención nutrigenética sobre los valores de lípidos en sangre y composición corporal de adultos con obesidad, para disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV).

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